- No hay dos invernaderos iguales, el diseño de cada invernadero va condicionado por una serie de factores:
- Condiciones climáticas: La estructura de un invernadero se adapta a las condiciones climáticas como velocidad de viento, carga de nieve, humedad relativa, temperatura máxima y mínima, etc. Para evitar estrés a las plantas que habrá en su interior.
- Tipo de cultivo: Cada planta tiene una serie de necesidades que se pueden mejorar con el diseño y una serie de problemas evitables con el diseño también.
- Preferencias del cliente: Estas pueden ser estéticas, de manejo del cultivo, de cantidad y calidad de mano de obra habitual, etc. Que afectarán al diseño de la estructura y de sus sistemas.
Lo habitual en un invernadero es que la planta, cuando llegue ya esté formada y, aunque sea delicada, pueda soportar cierto estrés climático o derivado de alguna enfermedad, pero en el caso de un semillero, la planta está en su momento más delicado, por lo que las condiciones han de ser constantes y benévolas.
Un invernadero de producción debe estar diseñado para obtener la máxima producción posible y puede constar con los mejores sistemas para ello como calefacción, sistemas de refrigeración, aporte de CO2, iluminación artificial, pantalla térmica o de sombreo, sistema de doble cubierta de plástico inflable, etc.
Pero la prioridad en un semillero es evitar la muerte de la plántula, por lo que los sistemas estarán orientados hacia su bienestar evitando saltos bruscos de temperatura y manteniendo a esta lo más cercana posible a la óptima de la plántula en cuestión.
Por lo tanto es deber del cliente aportar toda la información previa y del departamento técnico de J.Huete diseñar la estructura y elegir los sistemas más adecuados y que vayan a proporcionar al cliente los mejores resultados.
Para más información, no dude en consultarnos.
info@jhuete.com | (+34) 968 807 368 | www.jhuete.com